Los valores son aquellos principios universales que permiten orientar el comportamiento personal y social para la realización y el equilibrio.
Los valores son fundamentales en la formación de toda persona por lo que son, por lo que significan y representan. Son la base para poder vivir en sociedad y lograr el bienestar personal y colectivo.
Los valores son algo que cada ser humano va haciendo suyo desde su nacimiento, por lo cual deben inculcarse desde casa y reforzarse en el colegio. De ahí la importancia de que exista una misma línea entre los valores familiares y los de la institución educativa.
Conforme los niños crecen, irán reafirmando su sistema de creencias y lograrán hacer la transición de creer en los valores que me enseñaron mis papás a realmente adoptar esos valores en mi persona como parte de mi identidad y objetivo de vida.
Claro que este proceso suele tener sus altas y sus bajas, sobre todo por el hecho de que los niños, en especial durante la adolescencia, estarán expuestos a nuevos valores provenientes de amigos y de un entorno social muy diverso. Los jóvenes cuestionarán las enseñanzas de casa y contrastarán posturas tratando de encontrar la verdad.
Este punto es sumamente delicado ya que los medios de comunicación y mucha de la información a la que se exponen los adolescentes, más bien presenta una deformación de los valores humanos, propiciando que los jóvenes vivan un debate interno más arduo.
El modelo de preceptoría surge como una iniciativa para apoyar a los muchachos en este proceso, ya que además del apoyo de los padres en casa, dentro del colegio contarán con un complemento para el refuerzo de sus valores. El acompañamiento cercano logra que los alumnos puedan entender la esencia de su línea de principios, con el fin de ponerlos en práctica en su vida diaria completamente convencidos.
Además la comunicación que puede existir entre los padres y el colegio se convierte en un puente que permite que los hijos sean encaminados al bienestar y equilibrio, sin importar las tentaciones, influencias o peligros que existan en el entorno en el que se desarrollen.
En el Colegio Álamos nos enfocamos en cada uno de los alumnos, sabemos que todos tienen realidades diferentes y personalidades que hay que trabajar directamente. Nos dedicamos a formar hombres íntegros y responsables que conocen su valor en el mundo y están dispuestos a cambiarlo.
La base de nuestro modelo de preceptoría es el amor, el cuidado, la pasión por la formación y la convicción de trascendencia. Todo esto nos posiciona como el mejor colegio, no solo para formar alumnos felices, sino también familias que trasciendan.
