Es en la adolescencia cuando las amistades toman especial relevancia no sólo de forma afectiva, sino porque marcan en gran medida el destino de la vida de un joven. Esto significa que, debemos ser especialmente cuidadosos con quienes se relaciona el joven durante esta etapa de su vida.
La amistad para los adolescentes es su refugio en un momento de constantes cambios físicos y psicológicos, por ello, es de mucha ayuda para tu hijo tener amigos que estén viviendo las mismas experiencias y que pueden disminuir las ansiedades de los momentos difíciles.
Cuando cuestionan las ideas o normas de los adultos, recurren a ellos para pedirles consejo, y cuando se plantean ideas o valores nuevos, pueden hablarles abiertamente sin temor a ser ridiculizados por los adultos o sentirse fuera de lugar.
La estructura de las amistades va cambiando según la edad. Por ejemplo, en la primera adolescencia que comprende entre los 11 y los 14 años, lo grupos tienen a ser del mismo sexo y conforme se va avanzando en la edad, se vuelven mixtos.
Un grupo de personas opinan que los individuos no deberían ser juzgados por las costumbres de sus amigos y otros opinan, por el contrario, que las amistades sí influyen en la vida y que como dice el viejo refrán: “dime con quién andas y te diré quién eres”.
Lo cierto es que no debería preocuparnos con quién se juntan nuestros hijos por el simple hecho del qué dirán, sino por el hecho de qué aprenderán de sus amigos, si serán cosas positivas o negativas y cómo esto puede influir en su futuro.
Por ejemplo, si tiene amigos que suelen mentir a sus padres, puede que tu hijo les mienta, pero sí es un hecho que aprenderá a hacerlo y lo mismo sucederá con una enorme lista de cosas como fumar, beber o responder de mala manera.
Como papás entre más inquisitivos somos y con mayor severidad señalamos lo que no nos gusta a nuestros hijos, más probable es que ellos corran a hacer justo lo que les hemos pedido que no hagan. Esto sucede debido a que la adolescencia es la etapa donde jóvenes adolescentes buscan romper con la autoridad del padre o la madre en pro de la propia búsqueda de la verdad y la formación de la identidad; sin embargo, esto puede ser frustrante para los padres.
Por ello, y a sabiendas de que está en ese momento de la vida te recomendamos tomar las siguientes acciones:
El colegio debe ser un gran aliado para los padres de jóvenes adolescentes. Un buen colegio para niños se debe preocupar no sólo por reaccionar sino prevenir y fomentar la convivencia de tu hijo con amistades que compartan sus ideales y visión positiva del futuro.
El Colegio Álamos, por ejemplo, es un colegio para niños en Querétaro donde tenemos preceptorías a lo largo del año, tanto con los alumnos como con ustedes los padres, para orientarles sobre el comportamiento de su hijo y compartir entre colegio y familia, nuestras preocupaciones o la guía necesaria para orientarlas correctamente en su formación académica, espiritual y social.
Anillo Vial Fray Junípero Serra No 1000, Col. Arboledas Querétaro, Querétaro.
