
Los cambios en rutinas y hábitos derivados de la pandemia por COVID-19 han modificado drásticamente nuestra forma de interactuar con el mundo. En el caso de los adolescentes, estos cambios los han forzado a adaptarse a nuevas formas de emplear su tiempo y organizar sus actividades.
Con el cierre de escuelas, parques y lugares públicos, desde hace un año todos hemos tenido que quedarnos en casa la mayor parte del tiempo a fin de prevenir los contagios. Esto podría estar afectando particularmente la salud mental de tu hijo adolescente, dado que no estaba acostumbrado a estar encerrado, sin la posibilidad de juntarse con sus amigos —en el ambiente escolar o fuera de él— y familiares, salir a divertirse o despejarse.
De acuerdo con un estudio reciente de UNICEF, el 15 % de los adolescentes ha sentido depresión durante el confinamiento, mientras que el 27 % de ellos ha sentido ansiedad. Además, uno de cada tres adolescentes se ha preocupado por la situación económica de su familia.
Asimismo, uno de cada dos adolescentes se ha sentido desmotivado para realizar sus actividades escolares, e incluso ha dejado de disfrutar de otras actividades como jugar videojuegos o estar conectados a internet. Y de quienes han sentido que necesitan apoyo anímico, cuatro de cada diez no lo han solicitado.
Por ende, te sugerimos estar al tanto de la salud mental de tu hijo, la cual puede fortalecerse si le ayudas a poner en práctica las siguientes recomendaciones:
La mejor forma de afrontar los sentimientos es sintiéndolos y expresándolos de manera oral o escrita. Si tu hijo se permite sentir la tristeza, el enojo, la frustración o cualquier otro sentimiento derivado del confinamiento, más rápido podrá hacerse consciente de la situación, aceptarla como es y dejar que fluya; así podrá comenzar a sentirse mejor.
Es normal sentir miedo ante esta pandemia. El miedo es una función normal y hasta saludable que nos alerta de los peligros y nos ayuda a tomar decisiones para protegernos; por ejemplo, en este contexto nos ayuda a tomar la decisión de asistir a reuniones con muchas personas, lavarnos las manos y no tocarnos la cara. Transmítele eso a tu hijo para que entienda que al cuidarse a sí mismo también cuida de los demás.
Establezcan zonas de estudio, descanso y diversión, lo cual hará que tu hijo esté en movimiento pese a estar en casa. Eso además evitará que sienta que toda su vida sucede en un mismo espacio.
También es importante que tu hijo ajuste sus rutinas:
El tiempo para uno mismo es vital. Dale oportunidad a tu hijo de estar solo durante algunos pasajes del día. De esa forma podrá sentirse más libre para actuar y pensar tanto en lo que hace ahora como en los planes que le gustaría llevar a cabo. En ese ámbito privado también podrá cuidar de sí mismo de manera integral: su cuerpo, su mente y su alma.
Los adolescentes tienen que confiar en sus padres, aprender a pedir ayuda una vez que reconocen que la necesitan. Recuérdale a tu hijo que tiene a su disposición una red de confianza, conformada por familiares y amigos, que le puede asistir en caso de que así lo requiera.
No todos los logros personales de tu hijo tienen que estar avocados al ámbito escolar. Es importante que lo motives a desarrollar su creatividad, especialmente en actividades que no impliquen estar frente a una pantalla, porque es probable que esté cansado de ello. Por ejemplo:
El contexto actual no es el más propicio para que los adolescentes convivan de manera presencial. No obstante, tu hijo puede seguir vinculado a sus amigos mediante las redes sociales, en donde pueden divertirse a partir de ideas como las siguientes:
Mente sana en cuerpo sano
Mantén siempre una comunicación constante con tu hijo. No esperes a percibirlo triste, harto o cansado para acercarte a él. En caso de ser necesario pueden acudir a un especialista para que los oriente y ayude a transitar por esta situación extraordinaria. Recuerda que la salud mental es tan importante como la salud física.
Trata de permanecer positivo y comunícale a tu hijo mensajes consistentes de que un futuro mejor nos espera. Exploren técnicas de relajación física y mental, tales como los estiramientos de músculos y huesos y las meditaciones y oraciones, respectivamente. Disfruten de una siesta, una película o una convivencia en la que puedan reconocerse y hablar sobre sus emociones, sueños y anhelos.
Por último, muéstrale a tu hijo estos tips que otros jóvenes practican para lograr sentirse plenos aún en este contexto especial.
Fuentes
“El impacto del COVID-19 en la salud mental de adolescentes y jóvenes”. UNICEF México. (s. f.). Retomado de: https://www.unicef.org/lac/el-impacto-del-covid-19-en-la-salud-mental-de-adolescentes-y-j%C3%B3venes
“Kit de recursos parentales acerca del COVID-19 – Adolescencia”. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. 16 de febrero de 2021. Retomado de: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/parental-resource-kit/adolescence.html
“Salud mental de las y los adolescentes ante el COVID-19”. UNICEF México. (s. f.). Retomado de: https://www.unicef.org/mexico/salud-mental-de-las-y-los-adolescentes-ante-el-covid-19
“Sanos en casa – Salud mental”. Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Retomado de: https://www.who.int/es/campaigns/connecting-the-world-to-combat-coronavirus/healthyathome/healthyathome---mental-health
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