¿Qué cosas positivas podemos aprender de la pandemia?
¿Qué hago si...? desplegado-categoria2
Comparte en:

¿Qué cosas positivas podemos aprender de la pandemia?

La pandemia por COVID-19 que desde hace un año persiste en todo el mundo ha tenido efectos de toda índole. Y aunque ha sido difícil adaptarnos a las nuevas prácticas y cuidados con el fin de reducir los contagios, hay muchas situaciones sobre las cuales podemos reflexionar y extraer cosas positivas de cara al futuro.

 

Al respecto, las investigadoras Elena Anaya y Susana Ochoa aplicaron una encuesta a 1,771 personas para conocer sus vivencias durante este periodo de confinamiento. A partir de todos los datos recabados formularon una serie de propuestas de aprendizaje en cuatro distintos ámbitos y espacios de acción: mundial, social, familiar y personal.

 

El mundo es tu casa

Los seres humanos no sólo tenemos que sobrevivir, también tenemos que cambiar para no volver a estar inmersos en una situación que ponga en riesgo nuestras actividades y, sobre todo, la vida misma. Por tal motivo es clave:

  • Mejorar los sistemas de salud.
  • Pensar en nuevas prácticas económicas que sean sustentables.
  • Modificar nuestros patrones de consumo.

Resignifica tu comunidad

Las distintas sociedades, en especial ésta de la que formamos parte, tienen que migrar del pánico a la corresponsabilidad. Por lo tanto, es importante meditar sobre los valores socialmente reconocidos y entender que algunos de ellos no son vitales ni necesarios, sino únicamente medios para pertenecer a ciertos grupos.

 

La cooperación a gran escala es otro aspecto para destacar porque juntos logramos mayores avances en la erradicación de este virus. También, en medio de estas circunstancias extraordinarias hemos aprendido a vincularnos con las personas a través de la pantalla, y nos hemos aventurado a desarrollar nuevas formas de aprender, enseñar y conocer el mundo.

 

La idea es que aumentemos la eficacia de nuestras acciones y decisiones a través del diálogo con el otro, a fin de llegar a acuerdos de beneficio mutuo, lo cual requiere tiempo, esfuerzo y paciencia, razones por las que se convierte en el aprendizaje más complejo de adquirir.

 

Reconoce a tu familia

El hecho de estar en casa la mayor parte del tiempo nos ha permitido acercarnos a las personas con las que vivimos y conocerlas mejor. Esto sin duda ha generado problemas, pero no debemos huir de ellos sino enfrentarlos para que cada miembro de la familia se sienta valorado y sea capaz de comunicar sus deseos reales.

 

Una vez que la comunicación esté abierta será posible modificar actitudes con base en el respeto, el amor y la disciplina. Recuerda: el único lugar en donde somos insustituibles es la familia; convive con la tuya.

 

Prioriza tu persona

Cada uno de nosotros ha podido reflexionar sobre las prioridades de la existencia: qué le da sentido a la vida. Lo positivo de ello es que así podemos determinar qué estamos dispuestos a cambiar para salir fortalecidos de esta situación:

  • Tenemos que aprender a hacernos cargo de nuestra persona para después ofrecer nuestra mejor versión a los demás.
  • Existe la posibilidad de desarrollar nuestra creatividad tanto en la vida presencial como en las actividades en línea.

Cómo mejorar las relaciones interpersonales

En el ámbito psicológico es importante mencionar que hay tres esquemas en los que podemos actuar positivamente para favocerer (desde ya mismo que la pandemia continúa) nuestras relaciones inter e intrapersonales:

  • Estructural. Los límites son necesarios para que la convivencia entre familiares mejore a partir de las circunstancias de vida actuales. Es vital reconocer el papel que desempeña cada quien en la vida familiar y cómo puede contribuir a la armonía de las personas que Dios puso en su vida.
  • Funcional. Este periodo nos ha enseñado a ser más libres en el manejo creativo de nuestros vínculos afectivos y del tiempo en el que no estamos trabajando o estudiando. De este modo podemos abstraernos de los focos de control externos que nos distraen del cuidado de nuestra persona: cuerpo, mente y alma.
  • Íntimo. Este aspecto importa porque nuestra esencia reside en el corazón. Y para ello hay que actuar y comprender al mundo y al prójimo. De este modo le damos sentido a nuestras acciones, por ejemplo, le ayudamos a nuestros hijos a tener herramientas para no entrar en guerra con el mundo e incluso con ellos mismos.

En síntesis…

Interiorizar los errores que cometemos nos permite hacernos conscientes del daño que podemos causarle a los otros. Si logramos entenderlo estaremos en la posibilidad de reparar nuestras relaciones laborales, escolares y personales, lo que a su vez permitirá que seamos capaces de construir vínculos profundos y duraderos.

 

En el Colegio Álamos entendemos que la pandemia ha modificado las dinámicas familiares, por lo que nuestros alumnos tienen necesidades e inquietudes muy particulares, añadidas a las que ya tenían por la etapa de vida en la que se encuentran. Por ello, más que ofrecerles educación, les ayudamos a formarse como jóvenes comprometidos, virtuosos e íntegros.

 

Para apoyar a las familias a lograrlo tenemos sesiones de preceptoría en las que platicamos con los chicos acerca de sus dudas e inquietudes sobre la vida, en general, y el contexto actual, en particular. Con base en lo anterior y en su desarrollo personal les diseñamos un plan de crecimiento que evaluamos varias veces a lo largo del año.

 

preceptorias_alamos

 

Fuente

Colegio Álamos. Aprendizajes de vida después de la pandemia, Ana Elena Anaya y Susana Ochoa. YouTube. 18 de noviembre de 2020. Retomado de: https://youtu.be/8QHuB8fbhY4

Comparte en: