Leer no sólo se trata de reproducir un texto con sonidos, es una actividad de interacción que, cuando se hace un hábito, puede ser sumamente divertida.
La lectura es un proceso mental y visual, parte importante de la dimensión intelectual de tu hijo. Por medio de esta actividad se da significado a un texto, se interpreta su contenido, se comprende el mensaje y se realizan inferencias y cuestionamientos.
Tener una mejor capacidad lectora hace más sencillo y rápido el proceso de la adquisición de conocimientos. Por eso, como padres y maestros debemos motivarlos para que disfruten esta actividad y no la vean como un castigo.
Si la actividad de leer un libro se asocia con castigos por no haber cumplido con sus tareas escolares o del hogar, inconscientemente se estará asociando la lectura con algo poco placentero. Por otro lado, si tu hijo desea escuchar el mismo cuento, repítelo con gusto. Esto quiere decir que lo está disfrutando.
La formación de los hábitos comienza con la repetición de un hecho todos los días. Procura hacer que este sea un momento especial y cálido haciendo acogedor el espacio donde van a leer y hacerlo a la misma hora. De igual forma, te recomendamos no intercambiar este momento por alguna otra situación, a menos que lo amerite con urgencia. Si nosotros como adultos no le damos la importancia que merece, nuestros hijos tampoco lo harán.
Leer no es sufrir, ¡todo lo contrario! Cambia esa idea que tu hijo puede tener y ayudarlo a descubrir que este hábito es entretenido, interesante y no tiene por qué hacerlos bostezar. Si te das cuenta de que tu hijo perdió el interés en la lectura, es momento de parar.
Los niños tienen días donde les cuesta trabajo concentrarse o escuchar con atención. Evita forzar la lectura en algo tedioso y mejor cambia de actividad. Esto no se debería convertir en algo del día a día, porque también es importante fomentar la constancia.
Pregúntale por qué cree que pasan los sucesos en la historia o qué cree que va a pasar después. Esto lo mantendrá muy interesado y despertará su curiosidad al máximo; además, trabajas con su imaginación y lo incentivas a seguir leyendo para comprobar qué fue lo que realmente pasó.
Este momento también puede ser de convivencia familiar y retroalimentación.
Los padres sabemos que el ejemplo es el mayor maestro para nuestros hijos. Si te ve leer cuando es pequeño, por instinto de imitación tomará un libro y hará lo mismo. Puedes llevarlo también a las librerías para que viva la experiencia de elegir el libro que quiere leer, se siente incluso en estos espacios y disfrute un momento de concentración entre él y su nueva lectura.
En el Colegio Álamos nos preocupamos por reforzar éste y otros hábitos ya sea en el aula, en casa o en el espacio en donde se encuentre tu hijo. nuestros profesores están capacitados para ayudarles a entender que es un hábito que va a cambiarles la vida, facilitándoles sus tiempos de estudio y, a futuro, ayudándolos a elegir las mejores decisiones para su vida estudiantil y profesional. Asimismo, cuando notamos que existe alguna dificultad en la lecto escritura o concentración de tu hijo, lo apoyamos para superar este reto.
Anillo Vial Fray Junípero Serra No 1000, Col. Arboledas Querétaro, Querétaro.