La resiliencia en un mundo de hijos sobreprotegidos
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La resiliencia en un mundo de hijos sobreprotegidos

A lo largo de la vida, la humanidad ha descubierto que los mejores logros surgen de las caídas y los errores. Y, aún sabiéndolo, hoy en día ser padres significa tener miedo al sufrimiento de los hijos. Entonces, tratan a toda costa eliminar los obstáculos de la vida de sus hijos.

Es así como vemos cada vez más jovencitos llenos de capacidades y cualidades de las que no hacen uso simplemente porque no han sido educados para utilizarlas como herramientas de poderoso crecimiento ante la adversidad. En lo recientes días pareciera que ni la inteligencia nata de los jóvenes, ni el amor de sus amigos y familia, son suficiente para convencerlos de ver la vida con mayor optimismo ante la adversidad de la vida.

 

La razón de que esto suceda es sencilla, pero a los padres no nos gusta escucharla. La psiquiatra Lori Gottlieb dice que: “el mal viene, no de malos padres, sino de papás o abuelos demasiado pendientes y apegados a las niñas de la familia”. Somos nosotros los adultos quienes, por tratar de protegerlas del sufrimiento, sin saberlo, las privamos de la felicidad en la adultez.

 

La resiliencia es esta habilidad que se convertirá en la herramienta de sus vidas para sobreponerse a la frustración y los retos, así como la fuerza necesaria para resistir la carrera de la vida. Si bien es cierto que este aprendizaje puede darse durante toda la vida y, es importante fomentarla desde los primeros años de vida y comprender que, más allá de las características de cada uno, todos podemos aprender a ser resilientes.

Falta de resiliencia ¿cómo puede afectar a mi hijo?

Sobreproteger es la fórmula perfecta para que se convierta en una persona insegura, frustrada y triste. Inmediatamente podrías no ver ningún problema y, por el contrario, podrían tener una falsa satisfacción al creer que resolver absolutamente todos los asuntos de su hijo los hace excelentes padres.  Lo cierto es que, la verdadera tarea de un padre es permitir a su hijo equivocarse y con el corazón en la mano temblando de dolor permitirle aprender de sus errores.

 

De lo contrario, en la adultez se convertirá en un hombre incapaz de resolver sus problemas, en una persona que al menor cambio de planes el mundo se le vendrá encima y finalmente, crecer con la falsa idea de no contar con las herramientas emocionales e intelectuales suficientes para salir avante. Para evitarlo, tanto en el colegio como en la familia debemos fomentar la resiliencia.


Sobreproteger a los hijos más que ayudarlos, les hace daño. Es suponer que no son capaces por sí mismas de afrontar y resolver los problemas.  Acuérdate que los mejores logros surgen de aprender de caídas y errores. Si aprende a aceptar la realidad no sufrirá, no se derrumbará del todo y saldrá avante con coraje. Una persona resiliente padece, pero no se hunde ni sucumbe.

 

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¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ser resiliente?

Formar es preparar a un hijo para enfrentar la vida, asumir responsabilidades y solucionar problemas sin desfallecer. No temas al sufrimiento que pueda padecer tu hija, si bien es cierto que, no vamos a permitir que le sucedan injusticias, sí debemos dejar que las consecuencias de sus actos y obligaciones lo alcancen.

Elige un colegio que fomente la resiliencia en tu hijio

El colegio tiene un papel fundamental en la formación de la resiliencia. Para promoverla el colegio que elijas debe favorecer climas emocionales positivos y optimistas en los que se sienta seguro, responsable, y mantener el debido nivel de exigencia. El colegio debe tener docentes que sepan acompañar el crecimiento personal de cada niño y joven, aceptar y gestionar la diversidad y la complejidad de cada proceso de aprendizaje de esta habilidad para hacerlos sentir asistidos en su formación.

 

Para contribuir a la formación de esta habilidad en nuestros alumnos el Colegio Álamos un colegio para niños privado que además de la educación académica, provee a las familias de sesiones de preceptoría donde podemos observar juntos el crecimiento de los alumnos e identificar las áreas donde tanto padres, hijos como colegio podemos trabajar para mejorar.

 

Las preceptorías te acompañan en la importante tarea de formar a tu hijo en las diferentes etapas de su vida con recomendaciones, una planeación de las acciones a seguir como familia y seguimiento de su progreso.

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