Los hombres y las mujeres somos igual de valiosos, capaces y complementarios, pero es innegable que entre ambos géneros existen diferencias no solo físicas, sino también cognitivas. Así como el cuerpo de un hombre y una mujer evolucionan de forma distinta, por naturaleza el desarrollo cerebral masculino y femenino toma caminos separados, lo que hace que los niños y las niñas aprendan de forma diferente.
En algunos casos es muy claro apreciar cierta distinción entre las habilidades masculinas y femeninas, que por lo general suelen ser complementarias. Por ejemplo, los niños tienen mejor coordinación motora bruta, mientras que las niñas demuestran gran coordinación motora fina. Está científicamente probado que las mujeres tienen facilidad para las habilidades lingüísticas como el habla y la escritura, mientras que los hombres desarrollan más una inteligencia espacial. Incluso se ha dicho que los niños ven mejor de día y que las mujeres captan mejor la luz en la oscuridad.
Hay que recordar que todas estas son generalizaciones y que pueden existir niñas con una gran destreza física o niños que hayan aprendido a hablar antes del año, pero numerosos estudios de neurólogos y pedagogos demuestran la tendencia de las habilidades cognitivas más comúnmente desarrolladas por hombres y mujeres; lo cuál es uno de los más fuertes argumentos a favor de la educación especializada.
3 diferencias en el aprendizaje de niños y niñas
1. Niñas destacan en habilidades lingüísticas y niños en lógica abstracta
Generalmente las mujeres demuestran mayor capacidad verbal en los primeros años de vida, aprendiendo a hablar en promedio más rápido que los hombres. Estos en su mayoría, tienen también menor destreza para escribir que las chicas en los primeros grados escolares.
En cambio se sabe que la capacidad visual-espacial del hombre se ve directamente afectada por la testosterona, por lo que durante la pubertad, es común que los chicos empiecen a aventajar a sus compañeras en materias como geometría, dibujo técnico y física y que logren en general un mejor pensamiento lógico matemático.
2. Niños deductivos, niñas inductivas
El proceso de pensamiento de los hombres parte de lo general y a partir de ahí va sacando conclusiones. Con las niñas en cambio, es completamente al revés, ya que su pensamiento inicia en los pequeños detalles hasta formular una regla general.
Por poner un ejemplo sencillo, el pensamiento de un niño con respecto a la amistad sería así:
Los amigos son las personas con las que juegas en el recreo
Santiago, Andrés y Alberto juegan conmigo en el recreo,
Entonces Santiago, Andrés y Alberto son mis amigos.
Una niña pensaría sobre sus amistades de la siguiente forma:
Mi amiga Mariana ayer me regaló un dulce
Hoy mi amiga Samantha me regaló un chocolate,
Entonces las amigas se regalan cosas
3. Mujeres más subjetivas y hombres más objetivos
Por naturaleza las mujeres tienden a recordar con más facilidad los detalles subjetivos de las cosas, como anécdotas, sentimientos, un acontecimiento que les generó una emoción, etc. Esto las vuelve más empáticas y hace que desarrollen una mayor inteligencia emocional.
Los hombres en su lugar retienen mejor datos concretos como fechas, números, nombres, lugares, etc. Esto vuelve su pensamiento mucho más directo y enfocado, lo que hace que los hombres se vean atraídos por historias de acción o películas de superhéroes y que las chicas en cambio prefieran películas románticas e historias cargadas de sentimientos.
Estas diferencias nos ayudan a entender que aunque compartan muchas cosas, los niños y las niñas aprenden de forma diferente y tienen distintos enfoques con respecto a la información que van recibiendo.
La educación especializada surge justamente para apoyar el aprendizaje de niños y niñas brindándoles a cada uno las técnicas pedagógicas que mejor funcionan para sus respectivas características. De este modo, aunque tengan clases por separado, hombres y mujeres podrán aprender a su máxima capacidad, obteniendo de forma completa las herramientas que necesitarán para triunfar en el futuro.