Los periorodo sensitivos son los momentos en que los niños pasan de una etapa de crecimiento a otra debido a su evolución natural que va de los 0 a los 6 años. Para explicar este término nos gustaría contarte la tierna historia del crecimiento de una mariposa desde que es una oruga.
Cuando la pequeña oruga sale del huevo, se mueve hacia la luz, es decir, posee una explícita sensibilidad hacia lo luminoso. Viven sobre los árboles, y como le atraen las partes brillosas, camina hacia el reflejo de las hojas jóvenes que casualmente son bastante tiernas para servirle como primer alimento.
Apenas se ha nutrido lo suficiente de ese alimento tierno y puede comer hojas más duras, pierden la sensibilidad a la luz. Esta pérdida le permite moverse de los extremos de las ramas y llegar a las partes más oscuras, donde encuentra ahora un alimento más adecuado y condiciones más complejas de ambiente para su desenvolvimiento sucesivo.
Esa pérdida de la sensibilidad es, por tanto, para la oruguita tan necesaria como su aparición para lograr llegar a ser una hermosa mariposa.
Lo mismo sucede con tu pequeñito, en cada etapa de su niñez van apareciendo y desapareciendo sensibilidades que le permiten dominar diferentes sentidos y que dan paso al siguiente y al siguiente, hasta que logra ser un niño cada vez más maduro.
Con la idea del proceso de la oruguita para llegar a ser mariposia, la Doctora María Montessori, retomó el concepto de sensibilidad para aplicarlo en el crecimiento de la infancia. De esta forma, el kínder de tu pequeño debe acompañar la aparición y desaparición de estos periodos sensitivos respetando el momento de cada chiquito y motivarle a seguir avanzando hacia esa hermosa mariposa.
Incluso desde el vientre el bebé ya se estaba familiarizando con la lengua materna. Aunque no lo creas, recien nacido ya esta observando atentamente para después lograr formular sonidos, palabras y frases con sentido y gramaticalmente correctas.
Entre los 3 años y medio y 4 años y medio, tu chiquito empieza a querer escribir su nombre y el de toda la familia. En torno a los 5 años, se da la etapa de la descodificación de palabras y la lectura, absorbe la pronunciación, entonación, acento y vocabulario de su medio ambiente, así como la estructura gramatical.
Es cuando quiere conocer de una manera progresiva los diferentes sonidos que componen las diferentes palabras a las cuales hemos dado un significado.
Le observarás poner sus peluches en escrito orden de desfile, enfadarse porque la cuchara no está recta o protestar porque le cambias sus costumbres. El orden le da confianza y seguridad. Hace que su entorno sea previsible.
Debe aprender a distinguir las relaciones entre varios objetos más que con los objetos en sí mismos. Al trabajar este periodo sensitivo se construye la mente matemática del futuro próximo. En torno a los 3 años, estará preparado para aprender a contar.
Aprende a identificar y nombrar colores, discriminar formas, reproducir una melodía, reconocer un objeto por su forma, apreciar su peso y su volumen, etc. En general debe echar a andar los sentidos (vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato) para que le proporcionen información sobre su entorno y pueda afinar su pensamiento.
El movimiento es un factor esencial en el desarrollo de la inteligencia y la autonomía. El movimiento voluntario tiene un impacto en el desarrollo de la psique, básicamente porque está ligado con el desarrollo de la voluntad, así que le verás repetir mil veces el mismo movimiento hasta conseguir controlarlo. Se interesará por las pelotas, el triciclo, usar las tijeras, etc.
Kidú es el mejor kínder de Querétaro porque atendemos cada uno de los periodos sensitivos de nuestros chiquitos y lo hacemos por medio de:
Para nosotros en Kidú lo más importante es hacer que tu bebé se sienta feliz al venir al colegio y que nos sienta como una extensión de su hogar para que de esta manera, aprenda mientras se divierte.