La espiritualidad es el conjunto interno de creencias que favorece el sentimiento de vivir con un objetivo, porque aviva la esperanza y refuerza las reglas sociales positivas, e incluso forma una red de personas con metas y creencias similares. De hecho, a los pequeños les ayuda a experimentar una sensación de bienestar. Enseguida te contamos cómo fomentarla en tu pequeño.
Para medir los niveles de felicidad de los peques con relación a la espiritualidad, un grupo de científicos de la Universidad de Columbia realizó una investigación mediante cuestionarios a 761 niños y niñas, así como a sus padres.
Los resultados mostraron que la espiritualidad influye hasta en un 26% en la felicidad, mientras que otros aspectos como el dinero sólo tienen una influencia del 1%.
Para comprender aún más el valor de la espiritualidad para los niños, a continuación te compartimos 5 formas de fomentarla en tu peque.
Enseñar a tu pequeñito que es hijo de Dios le permite saber que hay algo más grande que lo que experimenta en su día a día. De ese modo puede comprender que hay situaciones y metas que cumplirá por sí mismo, al dar su mayor esfuerzo, y otras que lo rebasan, por lo que debe soltarlas y delegar a ese poder superior.
Vivir la fe en familia le permite a tu peque aprender del ejemplo de sus personas amadas. También ayuda a solidificar su propia fe y fomentar la confianza para expresar cualquier duda o pregunta que tenga acerca del tema.
Además de disfrutar de las fiestas religiosas o las reuniones conmemorativas, es importante que a tu hijo le transmitas el sentido de las mismas, a fin de que comprendan el porqué de su importancia. Así podrán actuar con devoción y convicción mientras crean memorias felices relacionadas con su fe.
Orar es una forma muy directa de acercarse a Dios para entablar una relación cercana con Él. Si quieres inculcar este hábito en tu pequeño lo mejor es que oren juntos por las mañanas y las noches.
Lo primero que debes alentar en tu peque es que agradezca a Dios por lo que tiene, tras lo cual puede contarle sus problemas y hacerle peticiones. Las oraciones de los niños suelen ser muy tiernas, sinceras y espontáneas, por lo que vale la pena escucharlas y aprender de ellas.
“Expresarle a Dios mis sentimientos hace que me sienta más cerca de él”
Entre los elementos para vivir una espiritualidad familiar, la caridad es la virtud que conduce a amar a los demás como a uno mismo mediante acciones concretas que buscan el bien de pensamiento, actitud y palabra. Esto te ayudará especialmente en la etapa donde los niños suelen ser celosos de sus pertenencias.
Ahora bien, no esperes a encontrar una situación extraordinaria para que tu hijo realice actos de servicio. En el día a día siempre hay oportunidades como compartir su comida o permitir que un amigo o compañero suba antes a un juego.
En Kidú Preschool nuestra enseñanza didáctica se basa en la formación de virtudes que permiten vivir en un ambiente cercano a Dios, lo que le ayuda a tu hijo a desarrollar su espiritualidad, a fin de que tenga una vida con propósito.