Existen situaciones que te obligan a cambiar sí o sí a tu hijito de colegio; tal vez la familia está por mudarse de ciudad o simplemente el anterior colegio ya no es lo que esperaban.
En este cambio puedes encontrar que las diferentes opciones de colegios tienen un modelo pedagógico distinto, y uno de los temores más comunes entre los papis es que sus hijos resientan significativamente el cambio de un modelo al otro.
Comencemos por entender e identificar los 3 modelos educativos más comunes con los que te puedes encontrar.
Este modelo es en el que la mayoría de nosotros aprendió. El alumno llega al salón de clases a prestar atención a lo que el maestro expone, escribe lo que está en el pizarrón y hace lo que se le indica
Los actores principales de este modelo son el profesor y el texto del que se apoya para dar clase; el alumno es un actor pasivo que recibe la información que se le da. El propósito es que el pequeño memorice sonidos y conceptos mediante la repetición escrita o sonora.
El aprendizaje está dirigido por el niño y se busca que la escuela sea un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrolle a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.
Aquí se pretende que el profesor no sea quien forzosamente tenga que transmitir el conocimiento, es solamente un observador y un guía que ayuda y estimula a tu niño en sus esfuerzos.
El ambiente ofrece oportunidades para comprometerse en un trabajo interesante, que cada chiquito elige libremente, propicionando prolongados períodos de concentración que no deben ser interrumpidos.
El método tiene como protagonista a tu hijo y al profesor como un facilitador del conocimiento, aunque mantiene una pauta al enseñar. Este método busca proporcionar al pequeño las herramientas necesarias para construir sus propios procedimientos y resolver un problema.
Se enfoca en la construcción del conocimiento a través de actividades basadas en experiencias ricas en contexto. Nadie le impone conceptos, tu pequeñito creará su conocimiento gracias a sus propias experiencias al interactuar con el ambiente, proponer ideas, preguntar a otros para comprender y proponer soluciones.
Una preocupación frecuente de los papis es que su hijito no pueda adaptarse a las diferentes formas de enseñar de los colegios. La respuesta a esta preocupación es ¡No te preocupes, tu pequeñito se va a adaptar al modelo educativo al que lo inscribas!
Cada cambio tiene su grado de complejidad, sin embargo, el cerebro de los bebés y los niños tiene un nivel súper alto para cambiar y adaptarse a los diversos estímulos que le presenta el entorno, y esto es supervivencia pura. En los primeros años de vida, prácticamente todo es nuevo y su cerebro está diseñado para ajustarse a todo lo que se le vaya presentando.
De hecho, encontrar nuevas formas de hacer las cosas o resolver problemas favorece a que el cerebro de tu pequeñito desarrolle cada vez más su inteligencia. Además, esto le permitirá crear la habilidad de adaptarse al cambio sin sentirse frustrado.
Lo importante ante cualquier cambio en su rutina es hacerle sentir el amor y el acompañamiento necesario que le de la seguridad de enfrentar los cambios con los que se encuentre.
En Kidú, nuestras maestras y equipo educativo se encargan de prestar atención a cada pequeñito para identificar si necesitan más apoyo, cariño o motivación ante este cambio. Con nuestras preceptorías que son un acompañamiento en la educación de tu peque, juntos podemos ayudarle a adaptarse con mucha más rapidez.
Además, recuerda que somos el mejor kínder bilingüe e Querétaro, que pertenece al Grupo ITER, proyecto educativo que culmina en bachillerato. Si te interesa que tu hijo o hija crezca con el modelo educativo constructivista, puede ingresar en Kidú y continuar su educación en el Colegio Fontanar, en caso de ser niña; si es niño, el Colegio Álamos es para él.