
El estilo de crianza determina en gran medida las herramientas que le proporcionarás a tu pequeñito para desenvolverse en los aspectos de su vida. Enfocarte en lograr el equilibrio entre lo exigente que eres y tu capacidad de respuesta ante las demandas de tu hijo, ayudará a un estilo de crianza equilibrado.
Con solo dos preguntas, los psicólogos Maccoby y Martin, desarrollaron una teoría sobre los estilos que algunos padres tienen para criar a sus hijos:
Como resultado obtuvieron 4 principales estilos de crianza que reflejan patrones naturales de formación, valores, prácticas y comportamientos que demuestran un equilibrio distinto entre la capacidad de respuesta y la exigencia de los padres para con los hijos.
Los padres autoritarios tienen un nivel de exigencia muy alto en cuanto a obediencia y autoridad. Para ellos, las reglas son inquebrantables y las consecuencias de no seguirlas deben ser las más rigurosas y severas.
Los papis suelen ser muy demandantes pero ofrecen muy poco a la relación con sus hijos. Son padres exigentes, pero no receptivos. Si se identifican como uno de ellos, debes preguntarte si son padres autoritarios intrusivos o no intrusivos.
En este estilo de crianza los papis son amorosos con sus hijos, sabiendo que una forma de demostrar su afecto es estableciendo límites, regulando su comportamiento y favoreciendo el diálogo y razonamiento con los peques. Son capaces de escuchar los puntos de vista de su hijo, sin estar de acuerdo con ellos.
Este estilo es el extremo opuesto del autoritarismo. Aquí los papis son cariñosos, pero olvidan establecer límites firmes, no controlan de cerca las actividades de sus hijos, ni les exigen un comportamiento adecuado.
En este estilo los papis exigen poco y responden poco a las demandas de los pequeñitos, es decir, son un tanto indiferentes y poco accesibles. No controlan ni supervisan las actividades de los niños pero tampoco les enseñan cómo comportarse. En consecuencia, no se les exige a los hijos.
La forma en la que criamos a nuestros hijos puede, hasta cierto punto, predecir su bienestar, su rendimiento escolar y la calidad de sus relaciones personales. En este sentido, se ha descubierto que hay 3 tipos de crianza negativos y uno positivo.
Crianza negativa:
Crianza positiva:
Los humanos somos complejos y como papis tenemos un carga cultural, emocional y familiar que nos hace tener una mezcla de todos los estilos mencionados, casi ninguna persona se define completamente por alguno.
Además, debemos considerar que papá y mamá tienen cada uno su estilo y que deben amalgamarse a la personalidad de la familia, por lo que seguramente no será tan fácil llegar a acuerdos a la hora de educar.
Por ello, es importante contar con el apoyo amoroso del kínder de tu hijo para identificar juntos el progreso integral de tu pequeñito. En casa ustedes son los protagonistas de su educación pero el kínder es un gran soporte para su crecimiento.
<< Comunicación familia-escuela, una relación necesaria >>
En Kidú nos esforzamos por conocer a tu hijo tanto como tú, no solo para enseñarle conforme a sus necesidades, sino para quererlo y ayudarle a crecer en un ambiente donde se sienta seguro y feliz. Además, nunca los dejamos solos en esta aventura de ser papás.