El desarrollo psicosocial es el proceso de interacción constante y progresivo entre tu hijo y el ambiente en el que crece y se desarrolla, a través del cual adquiere habilidades para saber cómo comportarse ante las múltiples situaciones de la vida.
Aunque los bebés comparten patrones comunes de desarrollo, desde el nacimiento cada uno muestra una personalidad distinta debido a la mezcla de emociones, pensamiento y conducta; esto influye en la forma en la que los niños se adaptan al mundo.
La personalidad es un aspecto que surge de la relación entre estos dos factores:
El desarrollo psicosocial en menores de 3 años se divide en dos fases con características específicas. ¡Conócelas!
En los primeros seis meses de vida los bebés manifiestan principalmente estas emociones:
Los recién nacidos se comunican mediante distintos tipos de llanto que comunican alguna de las emociones mencionadas. Lo importante es que cada que tu pequeño llora reflexiones acerca de la posible causa, lo cual puedes determinar al examinarlo. De hecho, no siempre es necesario cargarlos o arrullarlos para calmar su llanto.
Asimismo, desde este momento tu bebé distingue si es niña o niño por la conducta que tanto tú como la sociedad le transmiten de acuerdo al sexo con el que nació. Aquí inician patrones de conducta que se reproducen a lo largo de la vida.
Durante el primer año de vida los niños necesitan de sus papás para adquirir confianza personal. Con base en esto pueden conformar una relación de apego, entendida como un vínculo emocional duradero y positivo.
Este tipo de apego tiene valor adaptativo para tu bebé porque le asegura la satisfacción de sus necesidades psicosociales y físicas, y de ese modo puede aventurarse a explorar el mundo por sí mismo, puesto que se sabe respaldado por ti.
Antes de los 3 años de edad surge la conciencia y afirmación del yo que favorece el desarrollo psicosocial de los niños, puesto que empiezan a entender qué están sintiendo y qué está pasando a su alrededor.
En esta etapa tu bebé diferencia poco a poco sus emociones básicas. No obstante, para que aprenda a regular sus emociones primero tiene que expresarlas, lo cual puedes estimular con juegos en donde representes situaciones cotidianas de convivencia con la ayuda de peluches, muñecos o bebés de juguete, marionetas o títeres e incluso mascotas.
Cabe recordar que cuando a tu pequeño le hablas como si interpretaras a un personaje, puedes usar voces distintas a la tuya. Sin embargo, si le hablas de manera directa no tienes que fingir tu voz, sino más bien usar un tono claro, tranquilo y cariñoso.
Otro aspecto a tener en cuenta y propiciar es la conducta altruista; es decir, la respuesta prosocial que se presenta en los niños de esta edad cuando empiezan a ayudar a otras personas. En ese sentido, el entorno es clave para estimular la capacidad de colaboración de un niño.
Conforme tu hijo crezca sus emociones se volverán más complejas. Por ende, necesitas tener contacto cercano con él, especialmente con muestras de cariño y juegos, a fin de estimular esta evolución psicosocial.
Para favorecer este proceso es clave que tu pequeño desarrolle autorregulación, de modo que pueda controlar su conducta para aprender las peticiones o expectativas de un cuidador (que puedes ser tú), incluso cuando no está presente.
Así también desarrollará límites porque entenderá que su libertad termina donde empieza la libertad de las demás personas.
Por último, si quieres que tu peque aprenda habilidades sociales es clave que a partir de los 12 meses de edad asista a un centro de educación inicial como Kidú Preschool, donde se beneficiará de la convivencia con otros pequeños.
De acuerdo con el doctor Antonio Rizzoli, los niños que asisten a una estancia infantil triplican sus posibilidades de tener un desarrollo social normal.
Fuente
Dr. Antoni Rizzoli Córdoba. “Desarrollo psicosocial de 0 a 2 años”. YouTube. 22 de junio de 2020. Retomado de: https://youtu.be/5et7rRToc9Q