
Durante los primeros años de la infancia se adquieren las habilidades y los conocimientos que quedan instalados a la memoria a largo plazo y por ello, debemos aprovechar este periodo, pues los conocimientos se adquieren de manera más natural y fácil.
La habilidad para comunicarse a la perfección en varias lenguas con el mismo nivel de competencia en todas ellas es lo que realmente distingue a un kínder bilingüe de un colegio que únicamente imparte algunas horas de este idioma a la semana.
Cada lengua tiene su propia fonética, así como sus propios gestos y expresiones corporales. A medida que tu pequeñito aprende a pronunciar a una edad temprana, será cada vez más probable que logre adquirir una pronunciación igual o lo más cercana posible a cómo habla un nativo, y es está característica lo que lo distinguirá del resto de niños de su edad.
Los niños aprenden fundamentalmente por imitación, observación y en contextos que favorezcan el aprendizaje del idioma de forma divertida y natural, tal como aprendieron a hablar el español.
Por ello, en Kidú somos un kínder bilingüe empleamos un enfoque natural, donde los chiquitos aprenden a partir de juegos, pequeñas experiencias relacionadas con otras culturas de habla inglesa, música, dramatización, manualidades y, sobre todo, muchas dinámicas de movimiento que mantienen a los niños activos e interesados.
Durante todo el kínder nuestros niños pasan mitad del día en un salón donde el idioma “oficial” para comunicarse es el español, y la otra mitad del día cambian de salón para establecer un estado mental donde el inglés y su cultura son los protagonistas. De esta forma en Kidú logramos que nuestros pequeñitos sean completamente bilingües y no sólo que sepan hablar inglés.